miércoles, 5 de marzo de 2014

EL CURIOSO CASO DE LA POLILLA BISTON BETULARIA

La población inicial de polillas se componía de individuos variados. La mayoría eran de color claro, pero en la población total había unas cuantas variantes de color oscuro. Antes de la industrialización, las polillas claras eran mucho más numerosas que las polillas oscuras; estas últimas resaltaban sobre la corteza clara de los árboles y, en promedio, los pájaros las comían con más frecuencia que a las polillas claras, que estaban mejor camufladas. De modo que en ese ambiente los individuos claros tenían lo que los biólogos llaman "ventaja reproductora diferencial" en comparación con las polillas oscuras. Eso quiere decir que como a las polillas claras los pájaros las comían menos que a las polillas oscuras, en promedio podían sobrevivir más y por lo tanto tenían más probabilidades de producir descendientes. Como la variabilidad genética que controla el color de las alas es un carácter heredable, las polillas sobrevivientes se lo transmitían a sus descendientes, quienes se lo transmitían a sus descendientes, y así sucesivamente. Mientras que la corteza de los árboles fuera clara, las polillas claras tenían una "ventaja selectiva" y las poblaciones de polillas se componían casi exclusivamente de variantes claras. Las variantes oscuras eran muy poco comunes. Esta situación empezó a cambiar cuando el ambiente cambió y el hollín ennegreció los árboles: ahora esos individuos muy poco comunes que por casualidad tenían alas negras eran los que tenían una importante ventaja reproductora. Así, a lo largo de varias generaciones, la cantidad de polillas oscuras aumentó y formó una mayor proporción de la población total. 


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